TRENES

Trenes, trenes que van trenes que vienen. Destinos que se juntan y destinos que se separan. Alegrías y tristezas. Y nostalgia. Y saludos y abrazos. Maletas, muchas maletas. Nuevas vidas y vueltas a casa. sentimientos en estado puro. Cambios de aire, paisajes, conversaciones ajenas lo suficientemente entretenidas como para escuchar todo el viaje. Y hablar y conversar contando el motivo de tu viaje, y en ese momento, en ese preciso momento es cuando tu cara cambia: sonrisa, ceño fruncido, resignación, cara de indiferencia o simplemente intentar aguantar una lágrima. 
Pero al fin y al cabo esto no es cosa de los viajes ni de los destinos, sino de las personas que quedan o esperan en cada estación. 

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