Uno o dos.

Cara o cruz. Uno o dos. Uno o dos segundos de reflexión antes del caos y lo evitarás. Lo evitas pero sabes que ahí está, acechando y sabes que algún día tendrás que enfrentarte a el y es ahí donde empieza el problema. No sabes cómo afrontarlo. No sabes si es mejor la a, la b, o simplemente una c que tu mente desconoce. Esa c esperada, ese camino desconocido que tu crees maravilloso pero que a lo mejor simplemente, ese camino alternativo es una mezcla de los otros dos, o no, pero sea lo que sea hay que construirlo poco a poco. Y es aquí donde llega el caos, ¿sigo este escrito por aquí o busco ese camino? Uno, dos, respira.

Comentarios