True.

No quejarse, no hablar, no significa que no te rompas por dentro. Todo lo contrario. Te rompes, en silencio, poco a poco y sin hacer ruido. Y nadie te escucha, a tu alrededor solo tienes ventanas rotas, lágrimas y oscuridad. Y al final te acostumbras a ese silencio, a vivir entre escombros, y ves la luz como algo extraño y aterrador.
¿A qué no sabes donde he vuelto hoy?

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